Crónica 20 de enero. Ahora sí vamos a ganar

Hicimos el recorrido hacia Calkiní con la expectativa de cómo sería el inicio de la campaña interna del partido. Hoy es distinto, después del 2018 las cosas han cambiado, las circunstancias han incrementado la confianza de la gente… sonríen con los ojos y se saludan de lejos con el temor que la pandemia nos ha traído a todos. Sin embargo, el ánimo se siente bien, el sitio es muy adecuado a las exigencias de sana distancia y al aire libre que sugieren las autoridades. Fue una linda tarde, pintada de tonos lila y naranja, poco a poco ha caído la noche y los grillos iniciaron su concierto de bienvenida a la mujer que hoy por hoy es símbolo de lucha y resistencia, la mujer que a pesar de lo que digan sus oponentes es un referente de la oposición en Campeche.

Esta es una reunión de trabajo, han iniciado acciones de organización de la estructura acorde al panorama que hoy se presenta en el país; el presidente ha dado solvencia y certidumbre al partido que cada día se consolida. Los primeros en intervenir así lo confirman, presentan diapositivas con números duros, ya son cientos de campechanos que quieren sumarse al que fuera un movimiento y que ahora gobierna al país. En su intervención, Layda les dice a los asistentes que desde niña los tiene en su corazón, porque su padre siempre hablaba con amor de su pueblo, la gente del Camino Real, dice con emoción, “…son parte de mi historia personal, son parte de mi vida y en el 97 Calkiní fue un baluarte de lucha, al que sólo lo doblegó la traición…”

La gente aplaude, se sienten motivados, se escuchan gritos “ahora si vamos a ganar” y Layda recuerda con emoción y sin enojo la forma en que se vulneró el movimiento, fue con dinero, alguien en su momento le había comentado cómo habían vendido el movimiento para quitarle la gubernatura, pero dice no sentir rencor y con orgullo habla de Chabildo, al único del Camino Real que no pudieron comprar, “…para mí fue tan emotivo, porque siempre hay los valientes, los que no se venden por nada, ni crucificándolos”

Está feliz, los números presentados por los coordinadores de la estructura son muy diferentes a los de unos años atrás, “…cuando a la última hora andaban tocando casas como desesperados para pedirles que fueran representantes del partido el día de la elección para cuidar las casillas o peor para que fueran candidatos…”

La gente la mira, algunos contentos, en otros se adivina la inconformidad por sobre el cubrebocas, pero es tal la vehemencia con que habla que logra apaciguar y finalmente se le entregan… y le otorgan un aplauso largo y fectuoso.

Al final, muchos quieren tomarse la foto del recuerdo, pero una voz les recuerda que estamos en una emergencia sanitaria y que debemos respetar la sana distancia. Se despide con afecto y parte de regreso a Campeche… es el primer día.