Como una forma de manifestación o protesta contra el influyentismo los elementos corporativos decidieron abandonar sus puestos, quedando solo en sus puestos el director de Seguridad Pública, Cristóbal Pérez y el Comandante Geovanni Gamboa.
Esta medida fue tomada luego de que elementos detuvieron a un joven por manejar a exceso de velocidad y este insultó a los agentes y lanzó amenazas.
Entre los insultos y ofensas el joven afirmó que su madre colaboró en la campaña del presidente municipal y que eso lo protegía.
Ante esto la corporación advirtió que presentarían su renuncia si se imponía el influyentismo.
Momentos más tarde la madre del joven se reunió con el presidente municipal y tras una breve conversación el menor fue liberado.
Al liberar al chico los agentes policiacos cumplieron su palabra y entregaron sus cargos dejando sin elementos al municipio.
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