El año pasado se registró un recale de cacerolitas de mar en Progreso y de nueva cuenta se reportó un recale de aproximadamente 112 en la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos, una de las zonas más importantes del país para la biodiversidad costera.
Ante este hallazgo estudiantes de Biología del Instituto Tecnológico de Tizimín, han recolectado muestras de agua y exoesqueletos en la localidad de El Cuyo, en el Oriente de Yucatán, donde documentaron la inusual mortandad.
Especialistas indican que este hallazgo es preocupante ya que la especie se encuentra en peligro de extinción.
Es por ello que se está investigando las causas que están provocando la mortandad de la especie, aunque ya se tiene una probable hipótesis es el aumento extremo en la temperatura del agua, que habría superado los niveles de tolerancia de esta especie milenaria.
El investigador Juan José Sandoval Gío, indicó que las muestras que tomaron para la investigación se encontraban contaminadas. “Todas las muestras tenían glifosato. Encontramos residuos en el sedimento, en el agua dulce y en el agua salada. Es probable que las cacerolitas hayan ingerido organismos contaminados”.